La penumbra se dilata
mi habitación de naipes etéreos
valle secreto de ocultos bullicios
cofre dorado de infinitos desvelos
sonrisa sin atrocidad ni opacidad
fortaleza sitiada de sietemesinos anhelos.
En la espesura de un suspiro primero
corean unos recuerdos libertos
una mirada, misericordia cual último sueño
y en ella el fulgor de mi extático respirar
de mis albores de caramelo y miel
luceros con sabor a “imposible olvidar”.
Ha transcurrido un campanear
mis manos vivaces recorren mi ausencia

por las orillas de testimonios pasados
paliatorio paseo por la nieve aún cálida
gozo eterno entre curvas y cumbres
deleite gratuito de una verdad pálida.
La luna ha caminado a mi encuentro
con escena majestuosa de descontroles
de vergüenzas muertas y sepultadas
de dictadores antojos coronados
el silencio acribillado sin compasión
en el límite del infierno y el cielo
en medio de la pasión y la sinrazón.
desenredo mis caricias en tu palpitar
ambrosías cariciosas que te roban gemidos
fastuoso viaje por tus esquinas peligrosas
lujurioso, candoroso recorrido.
Se infla el universo cementero
de los extremos de todos mis sentidos.